Hace ya muchos años, cuando terminaba mi carrera como médico, debí hacer el servicio social en una clínica rural, bastante muy alejada de la civilización. Como viajar todos los días no era una opción decidí quedarme a vivir en la clínica.
Los días eran bastante tranquilos, por las mañanas me dedicaba a atender la clínica y en las tardes me dedicaba a hacer ejercicio y matarme a pajas con pornografía que afortunadamente tenía guardada en mi computadora.
Después de casi dos meses de esa rutina, debido a que yo era el único que vivía y trabajaba en la clínica, la falta de calor y el contacto con una mujer pasaron factura, y uno de esos días amanecí extremadamente duro, la pornografía que tenía ya me había aburrido y no había cobertura móvil de buena calidad para descargar algo nuevo. Así que ese día realice mi jornada con una erección que iba y venía, solo ocultada por mi bata holgada.
Ya casi al término de mi jornada y al ver que el último paciente no llegaba decidí hacerme una paja en el baño, pero al salir del consultorio me topé a la última paciente del día, una chica de secundaria, bajita, de aproximadamente 1.5m, delgada, blanca casi pálida, cabello largo, con una remera verde holgada y unos jeans ajustados. Me miró con sus ojos grandes y me preguntó si ya podía pasar, mire hacia la sala buscando a sus padres, sin embargo, la sala estaba vacía, le dije con delicadeza que pasara y tomara asiento, yo volví al mío y tomé su expediente, en la parte superior decía su nombre y su fecha de nacimiento, calcule que tenía no más de XIV años.
Le pregunté cuál era el motivo de su cita médica, y ella me respondió tímidamente que su madre le había solicitado una consulta para un certificado de salud, yo pregunté si antes ya le habían realizado un examen médico y ella me respondió que no, que solo había ido a consulta con el médico anterior por alguna dolencia. Inicie preguntándole sobre algunos de sus antecedentes, nada relevante, solo estaba tratando de hacerle plática, sin embargo, ella miraba al piso todo el tiempo.
Entonces que le dije que pasara a la camilla para realizarle una examen físico, ella alzó la vista y dudo un momento antes de pararse de su silla, yo la apresure un poco con la excusa de que ya casi terminaba el horario de consulta.
Ya en la camilla le realice una exploración breve, no podía dejar de ver sus ojos claros siempre evitando los míos, y su boca pequeña en forma de corazón. Al estar tan cerca de ella sentí el olor de un perfume de vainilla, por lo cual mi empalme se agudizó. Me mantuve sereno y le dije que ahora escucharía su corazón y pulmones con mi fonendoscopio, note que su latido aumentaba en frecuencia probablemente por los nervios y el estar sola, los míos también estaban algo agitados pero por una extraña excitación ,fue entonces que decidí hacer algo arriesgado, le dije que debía levantar su remera para poder escuchar mejor su corazón porque había notado algo anormal, ella me miró algo desconfiada pero dada mi seriedad y que me había mantenido profesional, asintió, y levanto su playera dejando al descubierto dos pequeños pero bien formados senos blancos, con su areola y pezón rosa pálido; trate de mantener mi calma pues no esperaba que no trajera sujetador debajo, así que sin dudarlo puse mi estetoscopio sobre su seno derecho haciendo un leve presión, mis dedos tocaban su pequeño pezón y al mover el estetoscopio estos lo rozaba intencionalmente, logrando que se levantará y se formará por completo. Repetí el mismo procedimiento con su otro seno un poco más descaradamente, sin embargo, no note signos de incomodidad en su cara, solo veía como cerraba sus ojos y mordía su labio inferior discretamente. Me tomé algunos minutos más para seguir estimulando sus pezones mientras continuaba "escuchando su corazón", hasta que mi erección empezó a doler. Decidí continuar mi jugada arriesgada, así que me detuve y le dije entonces que debía revisar su pecho debido a que había sentido una bolita en su seno cuando le escuchaba el corazón, ella me miró a los ojos con una mirada tímida, como si supiera que esto ya no era parte del examen medico, pero aún así asintió, por lo cual procedí a quitarle su remera por completo, volví a mirar sus senos con sus pezones ya erectos, empecé a masajearlos suavemente, luego algo más intensamente, después con mi pulgar y mi índice inicie el ataque sobre sus pezones, primero jugando con ellos como si fueran dos joystick y luego dándoles pequeños pellizcos. Noté que ella empezó a erizarse, mientras cerraba sus ojos y mordía su labio inferior ya sin timidez. Subí entonces a su cuello con mi mano derecha mientras con la izquierda seguía jugando con sus pezones, y acaricié su cuello tomándolo como si quisiera ahorcarla, pero sin hacer presión, mientras notaba como su cara se sonrojaba. Entonces me arriesgue un poco más, me detuve y ella abrió los ojos regresando a la realidad cubriendo sus senos con ambos brazos como reflejo; le dije que se pusiera de pie para revisar su espalda y sus costillas; ella obedeció y se paró, yo me coloqué detrás de ella y empecé a acariciar su espalda suavemente mientras hacía algo de presión en las zonas erógenas, luego le dije que revisaría sus costillas, ella asíntio, así que deslicé mis manos debajo de su axilas siguiendo cada una de sus costillas como una caricia, hasta que llegaba a su seno y luego a su pezón, fue entonces cuando ella se hizo un poco hacia atrás, talvez por su exitación o por un reflejo, haciendo que mi empalme quedara justo detras sus glúteos, dude un poco pero decidí apostarlo todo y me acerque haciendo que mi erección quedara en contacto con su trasero, algo que no pareció incomodarle y por el contrario se pegó aún más a mí. Yo seguí masajeando sus pechos un poco más rudo, y ella empezó a mover su trasero de arriba abajo sobre mi erección. Yo ya estaba a mi límite, así que empecé a besar su cuello y su nuca, mientras ahora era yo quien iniciaba un movimiento rítmico con su cadera como si intentara penetrarla a través de la tela, ella empezó a gemir dulcemente, mientras yo ya bajaba mis manos hacia su pelvis y su pubis. Ella entonces detuvo mis manos con las suyas y las subió hacia sus senos de nuevo, entendí que no quería llegar tan lejos, pero eso era suficiente por ahora porque yo estaba apunto de venirme, con un movimiento rápido le dí la vuelta y logré que se pusiera de rodillas, entonces saque mi miembro e introduje la mitad en su boca sin ninguna resistencia; entonces tuve la eyaculación más abundante que he tenido en toda mi vida, fueron unos segundos de gloria en los cuales dejé de pensar e incluso casi perdía conciencia, regresé en mi solo por el sonido de ella tosiendo como si se atragantara, recupere mi conciencia rápidamente, la ayude a pararse y me estire para tomar una toalla de manos para que ella escupiera, pero cuando se la pase ví que ella se estaba pasando mis fluidos con una pequeña mueca como cuando alguien se toma un jarabe agridulce de la tos.
Un poco más calmado limpie mi miembro y lo guarde, me acerque a ella y le pase su remera, ella me devolvió una mirada con sus grandes ojos y me sonrió pero con una mezcla de confianza y victoria, y se volvió a poner su remera. Yo supe que era el momento de seguir con la consulta, durante el resto de la consulta nuestros ojos se encontraron, pero en lugar de apartarlos nos devolvimos unas sonrisas cómplices. Le imprimí su certificado y antes de despedirme de ella de di un beso en la mejilla mientras le dije, "espero volver a verte en la consulta otro día", ella me miró nuevamente y mordió suavemente su labio inferior mientras asentía.
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Bueno anons, esta historia es la primera de muchas que tengo, las cuales les aseguro son reales, si son de su agrado luego pondré las demás. Saludos.