Esto sucedió cuando tenía 17 años y hoy tengo 32. Esta experiencia fue un antes y un después para mí.

Siempre me gustaron las mujeres de mi misma edad o mayores que yo (salvando algunas excepciones). Mientras mis amigos veían a una chica que estaba un grado más abajo en mi escuela secundaria o una que estudiaba con nosotros, yo me sentía más atraído por las del último año. Mientras los compañeros de la universidad se interesaban en las compañeras del salón, a mí me interesaba más la bibliotecaria sexy de más de 30 y con muy buenas piernas.

Tambien me sucedio en mi escuela de inglés, a algunos compañeros le gustaban otras chicas que estudiaban con nosotros pero a mi me gustaba mas una de las profesoras.

Como la conocí por Internet

Verán, cuando tenía 17 el Messenger aún existía y había una sala de chat en mi país muy frecuentada por personas de distintas edades. En esa sala había de todo, desde gente que buscaba cibersexo y cosas raras, hasta personas que solo querían conocer a otras. Yo pertenecía a ese grupo y fue allí donde la conocí.

En ese chat fue que comencé a hablar con ella. Su nombre es Elia (nombre cambiado) y al rato le pregunté su edad, me dijo que 40 (aún no cumplía los 41) y yo le dije que tenía 17. Pensé que me ignoraría, pero 10 minutos después me dio su email y empezamos a hablar por Messenger.

Desde que vi a Elia en fotos y por cámara web me pareció muy atractiva. Tiene pechos grandes, buenas nalgas, lindas piernas, de estatura mediana y no tiene sobrepeso (aunque no tiene cuerpo de modelo), su cabello es largo, piel morena, linda sonrisa y creerías que tiene 30 y no 40. Hotmail tenía algo llamado Mi Espacio donde la gente subía fotos. Allí tenía fotos de ella en traje de baño y con vestidos cortos y me ponia duro de solo verla en cámara web cuando hablábamos o en fotos.

También me llevaba bien con ella. Era tratable, alegre y conversadora. Hablábamos mucho y me contó sobre su vida y yo sobre la mía. Me dijo que se había separado del papá de su hija porque le fue infiel hacía 1 año y que su hija se había ido a la universidad porque la tuvo joven. Elia nunca me trató como poca cosa siendo más joven y eso me gustó mucho porque en ese momento así era como me trataban de varios miembros de mi familia. A su vez, cuando congeniamos más intercambiamos números de teléfono.

Eso sí, en ningún momento la conversación se tornó sexual. Nunca intenté eso porque una vez me dijo que la razón por la que empezó a hablar conmigo fue que no era de esos que de una le pedían que enseñara las tetas en ese chat.
Fueron cinco meses de conversaciones y las ganas que tenía de cogerme a Elia crecían cada vez más, me imaginaba chupandole la vagina, las tetas, cogiéndomela y chupandomelo hasta tragarse mi semen. Para ese punto ya no podía aguantar las ganas de acostarme con Elia. Masturbarme viendo sus fotos ya no me satisfacía y como estaba cerca de cumplir 18 decidí que le iba a decir que me gustaba y que la quería conocer en persona.

Otra cosa que olvidé mencionar es que vivíamos en ciudades diferentes, pero las dos ciudades estaban a media hora de distancia. Lo mejor de todo, es que a esa ciudad yo iba todos los días a estudiar y trabajar. Por lo que conocerla era mas que factible.

Cuando se lo dije

Cuando cumplí 18 me felicitó por mi cumpleaños y allí fue cuando le dije a Elia que me gustaba. Al principio quedó sorprendida y dijo que era muy joven para ella, pero no dijo que yo no le gustara. Así que le dije que ahora que tenía 18 ya era adulto y que lo que pase entre nosotros no le concierne a nadie y más si estamos solteros. Elia dijo que lo pensaría, pero no se veía molesta o que le desagradara cuando se lo dije.

Pas+o una semana sin conectarse y finalmente volvio. Hablamos como siemnpre y cuando le pregunté sobre lo que había pensado antes me preguntó si tuve relaciones abiertas, relaciones de una noche y lo que pensaba.

Yo le fui honesto y le dije que nunca tuve una (aunque no le dije que era virgen y lo omití porque no preguntó si lo era), y de la segunda le dije que nunca le vi mucho sentido porque si me acostara con una mujer y estamos solteros querría seguir viéndome con ella para conocerla más y ver si querría seguir viéndome.

Después me preguntó que tipo de relación quería tener con ella y le dije que quería que no fuéramos solo amigos, sino pareja porque ella me gustaba como mujer. Me preguntó también que si la deseaba sexualmente y le respondí un "sí" sin dar más detalles y eso la apenó.
Finalmente, me dijo que también se sentía atraída, solo que no quería aceptarlo por mi edad y que, de tener una relación conmigo, no iba a ser de amigos con derecho ni algo de una noche, pero que teníamos que vernos en persona para saber si en persona también nos llegábamos a gustar. De hecho, acordamos decírnoslo directo a la cara si nos gustábamos o no ese mismo día.

Cuando nos vimos en persona

Acordamos vernos en un parque de la ciudad un sábado al mediodía y ella llegó y tenía uno de esos vestidos cortos de color azul que tanto me gustaban y que destacaban sus piernas, pechos y nalgas. Es como si hubiese leído mi mente. Desde que la vi supe que me gustaba, pero había que esperar
.
Mientras caminábamos y hablábamos llegamos a una parte donde había poca gente y le dije al oído que en persona me gustaba mucho más, y ella me respondió “y tú a mi cariño”. En ese momento nos besamos y ese beso bastó para excitarme mucho, pero traté de controlarme.

Durante el resto de la cita nos seguimos besando y los besos se tornaron más profundos e intensos, en uno de esos besos le agarré los pechos y ella me correspondió con unos gemidos muy suaves y ricos mientras me lo agarraba y al minuto dijo que debíamos calmarnos porque estábamos en un sitio público. Aunque no se lo pedí, me dejó en claro que no se acostaría conmigo en la primera cita, pero que para la próxima sí podíamos tener relaciones.

La primera vez

En la siguiente cita pasamos la noche juntos. Fuimos a un sitio de comida y de allí a un hotel. No saben cuánto gocé con Elia a partir de ese punto. Cuando entramos a la habitación nos fuimos a la cama y empezamos a besarnos, pero a los minutos me dijo que debía ir al baño.

Para mi sorpresa, salió totalmente desnuda frente a mí. Sus senos se veían firmes, sus piernas espectaculares, su vagina al fin la tenía frente a mí y ella se estaba riendo por mi reacción, pero es que ni en mis fantasías sexuales con ella se veía tan bien. Yo no esperé a que se acercara a mí y fui adonde ella estaba y la bese.

Se sintió muy bien besarla como quería en la boca y el cuello, tocarle los pechos y chupárselos mientras le metía los dedos en su vagina y escucharla gemir. En un momento bajé y le chupé la vagina. Soltó unos gemidos deliciosos mientras abría sus piernas para mí y ella me tomaba del cabello estando ella de pie y yo de rodillas.

En un momento me detuvo y me dijo que mejor siguiéramos en la cama y, tras ella quitarme la ropa y un largo rato de sexo oral, besos, caricias y masturbación mutua, quería estar dentro de Elia y ella quería lo mismo.

Después de que me puse el condón me puse arriba de ella y comencé a metérselo suavemente, la besé en el cuello y soltó varios gemidos que me encantaron. Elia aún no sabía que era virgen y como no preguntó lo oculté hasta ese momento, así que fui a su oído y le confesé que me gustaba y la deseaba desde el momento en que la conocí, que ella era mi primera vez y que eso me encantaba (...) sigue