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Anónimo
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Cinco días atrás, se celebro en mi casa una reunión de las amigas de mi hija, todas eran señoritas entre los 12 y 15 años de edad, ese día las chicas celebraban el viaje que iva a realizar una de ellas Cinco días atrás, se celebro en mi casa una reunión de las amigas de mi hija, todas eran señoritas entre los 12 y 15 años de edad, ese día las chicas celebraban el viaje que iva a realizar una de ellas al extranjero, mi señora muy molesta se marcho a la casa de mi suegra porque no tenia ganas de atender a tanta gente, me dijo que antes de regresar me llamaría por teléfono para ver si la reunión había terminado.
A eso de las 8 de la noche la fiesta estaba en su máximo apogeo, algunas niñas habían ingerido algunas copas de alcohol, la mayoría de ellas estaba vestida con ropa muy liviana, blusas casi transparentes, faldas muy cortas, incluso a algunas se le llegaba a ver la bombacha cuando cruzaban las piernas, en un momento dado mi hija sugirió seguir la fiesta en una discoteca bailable que quedaba a 15 minutos de viaje en taxi desde mi casa, así que llamaron a dos taxis y se fueron la mayoría, en la casa solo quedamos yo y tres niñas que no quisieron ir a continuar el festejo por que se sentían algo cansadas.
Las que se habían quedado en casa eran Claudia de 12 años, Cristina de 14 y Florencia de 15 años de edad, mientras yo comenzaba a limpiar lentamente la casa, Claudia me pidió permiso para entrar al baño ya que tenia ganas de orinar, mientras tanto Florencia y Cristina seguían en la mesa tomando algunas copas de vino, yo no le di importancia y seguí con mi tarea de limpieza, al pasar cerca del baño, note que la puerta estaba entreabierta, pensé que Claudia ya había salido, situación por la cual decidí darme un baño para relajarme, ingrese completamente desnudo ya para bañarme rápido, cuando termino de cerrar la puerta me doy con la sorpresa de que Claudia todavía estaba allí, sentada en el inodoro, se había sacado la falda y la bombacha para estar mas cómoda, ella se levanto de estar sentada y se paro frente a mi yo estaba muy asombrado, pero no podía dejar de mirarla de cintura para abajo, mi pene sentía un calor que lo invadía a paso veloz, en cuestión de segundos se endureció como piedra y estaba completamente erecto, mientras tanto Claudia miraba con suma atención todo lo que estaba pasando con mi miembro viril, yo me acerque lentamente hacia ella y le di un beso en la boca, frotándole con mi mano derecha su vaginita, ella empezó a gemir, mientras yo le introducía mi lengua en su boca para que la succionara, ella al segundo entendió todo, se quito la blusa y quedo completamente desnuda, su mano acariciaba mi pene que cada vez se ponía mas brioso, después de besarnos ardientemente, le pedí que se arrodillara y que abriera bien grande la boca, Claudia no tenia idea para que era todo eso, antes que se de cuenta agarre mi pene de 17 centímetros y se lo introduje en la boca, por supuesto la niña no podía tragar ese tamaño de tronco en su plenitud, así que solo ingreso 10 centímetros, al principio ella se negaba a mamarlo pero después le agarro el gusto, y con sus dos manos empezó a lamerlo en todas las direcciones, así me hizo acabar en su dulce boquita, mi leche le revalzaba por los costados de sus labios, pero Claudia quería mas, así que me la lleve a mi dormitorio, allí le abrí ampliamente las piernas, jugué algunos segundos con su vagina para poder lubricarla y finalmente y en forma lenta la punta de mi pene empezó a ingresar a esa cuevita virgen, ella se quejaba de dolor, por cada centímetro que mi verga avanzaba dentro de su vagina, para ahorrar tiempo decidí penetrarla de un solo golpe y que de un solo grito, y así fue, ella en medio de quejidos gozaba con esa penetración, mi pija entraba y salía con frenesí muy caliente, yo estaba decidido a transformar a esa niña en una buena amante, aprovechando que Claudia estaba muy apasionada, le pedí que se diera vuelta y que me presentara su culo, por supuesto la niña no sabia para que era eso, bien que se acomodo con un gel especial y separando sus nalgas lubrique su culo y la penetre analmente, ese culo era maravilloso, muy estrecho, caliente, aprisionaba con mucha fuerza a mi verga, ese lugar yo lo deseaba mucho ya que por allí mi pene ingresaría en su plenitud total, así fue que mis 17 centímetros quedaron enterrados en el culo de Claudia, ella solo sintió dolor al principio, para después gozar esa otra forma de amar. A mi pene le gusto tanto ese culo que quería quedarse a vivir para siempre allí, llego un momento en que mi leche salio eyectada a gran velocidad, fue una total satisfacción para mi.
A ese entonces ya eran como las diez de la noche, en ese momento, sonó el teléfono, era mi esposa que llamaba para preguntarme si la fiesta ya había terminado, yo le conteste que si, que las chicas se habían marchado a continuar la celebración en una discoteca, ella me respondió que por esa noche no regresaría a casa ya que su mama le había pedido que la acompañara, por que se sentía enferma, me pidió que limpiara la casa y que dejara todo en orden.
Mientras yo conversaba por teléfono, Claudia todavía desnuda me esperaba en la cama, yo le pedí que se cambiara para así poder llevarla a su casa.
En el sala principal, donde se había llevado a cavo la fiesta, estaban Florencia y Cristina dormidas sentadas por el alcohol que habían consumido, no podían sostenerse en pie, mientras yo trataba de reanimarlas, sonó el timbre de mi casa, pensé que era algún familiar de alguna de las niñas, pero no era así, quien llamaba a mi puerta era mi vecino Gastón, el cual como pensaba que la fiesta ya había terminado, venia a invitarme a ver unas películas en su casa, el vivía solo, hace dos años que se había divorciado de su señora, era un hombre atlético de 41 años yo tengo 40, lo invite a pasar y se dio cuenta que la casa estaba muy sucia así que se ofreció a ayudarme para limpiar, me pregunto por las dos niñas dormidas sentadas yo le conteste que habían tomado mucho alcohol, por eso estaban así.
Yo le pedí que el se quedara en la sala, para limpiar, mientras yo subía a mi cuarto, cuando ingrese a mi dormitorio Claudia ya se havia colocado toda su ropa, ella quería mas sexo, le conteste que era muy tarde, que lo mejor era llevarla a su casa, cuando regrese a la sala con Claudia, me di con la sorpresa que Gastón estaba manoseando las vaginas de Florencia y Cristina, aprovechando que estas estaban dormidas, yo le dije que eso estaba mal, el me contesto que hace varias semanas que no tenia relaciones sexuales y que estaba muy excitado con las dos niñas, me sugirió que las llevemos a su casa que allí podríamos hacer nuestra propia fiesta, yo también estaba muy caliente con la idea, así que acepte, el llevo a Florencia y yo lleve a Cristina, por supuesto Claudia nos acompaño, ingresamos a su dormitorio y en la cama de dos plazas recostamos a las dos, mientras tanto Claudia también se ponía cómoda, Gastón se fue al videoclub a buscar unas películas pornográficas, yo le pedí que trajera unas cuantas de sexo anal, mientras todo eso ocurría, para mi sorpresa Florencia y Cristina ya se habían despertado, Claudia ya les había explicado todo y las chicas estaban de acuerdo en llevar adelante nuestra fiesta privada, las tres se metieron al baño para arreglarse y desnudarse por completo, cuando Gastón regreso con las películas y algunas cervezas, todo estaba listo para la fiesta, llevamos un par de colchones a la sala y colocamos los videos porno yo y Gastón nos desnudamos por completo, nuestras pijas estaban reduras, en ese momento hicieron su entrada a la sala Cristina, Florencia y Claudia completamente desnudas las tres, Gastón en forma inmediata agarrro de los cabellos a Cristina la puso de cuatro patas y la penetro analmente en medio de gemidos de dolor y placer, mientras tanto Florencia y Claudia mamaban con locura mi pene. Así transcurrieron dos horas de sexo caliente con aquellas niñas, ahora convertidas en putitas, a ellas l