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Anónimo
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Me gustan los relatos que cuentan todo con lujo de detalle, así que esto será largo.
Mi primera experiencia fue poco antes de cumplir los 14 años. Fue con mi prima, con la que nos criamos casi como hermanos, y su amiga, hija de una amiga de mi mamá y mi tía.
Todo surgió porque en una fiesta en mi casa, Fernanda, mi prima (cambiaré los nombres), escuchó de Iris, que iba en mi colegio, que en un recreo escuchó que mis amigos me llamaban con un apodo referente al tamaño de mi pene (a pesar de que ellos nunca lo vieron). Eso le causó curiosidad, y le preguntó a mi prima si me decían así por algo en especial, y si ella alguna vez había visto mi miembro.
Mi prima no supo qué responder y se sonrojó, ya que en ocasiones hubo algo de tensión entre nosotros. En el verano, Fernanda venía a la piscina de mi casa, dónde más de una vez al nadar juntos yo había rozado intencionalmente su culo o su abdomen con mi pene, y estoy seguro que alguna vez notó mi erección, que se daba naturalmente al verla en bikini.
Iris, de 14 años al igual que mi prima, tenía una personalidad extrovertida, y desde pequeña hablaba y fantaseaba con temáticas sexuales. Mi prima, en tanto, era inocente y vergonzosa, por lo que evitaba esos temas cuando conversaban. Sin embargo, tanto escuchar esas cosas de boca de Iris, en este caso sobre mí, hizo que su curiosidad despertara.
A pesar de que mi prima no respondía, Iris insistía en saber si el apodo provenía de mi anatomía, y sugirió aquello que desencadenaría este primer encuentro: ¿Y si logramos que nos lo muestre?
Fernanda se mostró aterrada (me contó como pasó todo al tiempo), y no sabía qué decir, se quedó muda mientras Iris trazaba un plan, pero en ningún momento se negó o la detuvo, presa de su curiosidad e incipiente deseo sexual.
Yo jugaba a la PS3 con mi primo de hace ya varias horas, por lo que nos estábamos aburriendo, y de repente llegan Fernanda e Iris a mi cuarto, proponiéndonos jugar a las escondidas. Me pareció raro, ya que hace mucho que no hacíamos algo así, y los cuatro ya éramos adolescentes. Accedimos ya que no había mucho que hacer, y mi casa era grande y tenía buenos y difíciles escondites.
Tras un par de rondas, donde cada una duró casi media hora, era el turno de mi primo de buscar, momento en el que Iris y Fernanda me toman de la mano, y me dicen que nos escondamos los tres en un solo sitio. En ese momento Iris entró al cuarto de invitados, a lo que le dije que esconderse en una pieza era contra las reglas, respondiendo ella que sería gracioso hacerlo como una broma a mi primo, que era un chico muy ingenuo.
Entramos y nos escondimos muy juntos en el espacio entre un ropero y la cama. Tras reírnos por la broma que estábamos gastando, Iris comienza a hacerme preguntas que empezaron a subir la tensión y eran cada vez más sugerentes. "¿Hace calor, cierto?" "¿Te incomoda si me quito mi blusa?" "Debajo solo tengo un peto, pero tenemos confianza y no me molesta si ves" "¿Te molestaría mostrarnos lo tuyo si nosotras te mostramos a ti?" Diciendo esto último muy cerca, y llamándome por mi apodo.
Me alejé asustado, y vi a mi prima nerviosa también, pero con cierto apetito en sus ojos que no había visto antes. Pensé que estaba soñando o alucinando cuando Iris comenzó a desnudarse, y casi me desmayo cuando, con un poco de resistencia, le quitó la ropa a Fernanda, quedando ambas en calzones.
El cuerpo de mi prima, salvo sus diminutos y erectos pezones, lo conocía de sobra. Contextura delgada, estatura baja, con pocas curvas, pechos pequeños y culo de tamaño mediano pero lindo y firme. Más sorprendido me vi al observar la desnudez de Iris, mucho más desarrollada para su edad. También era baja y delgada, pero con un culo grande y redondo, una piel pálida, así como sus turgentes pechos con amplias areolas de su mismo tono de piel, adornados con unos pequeños pezones rosados.
Después de un breve silencio donde yo estaba pasmado ante lo que vi, Iris me dice si no me gustaría a mí mostrar un poco. Estaba totalmente erecto y rendido ante esto mientras ella me sacaba el pantalón, cuando es detenida por Fernanda, que le dice que estamos un poco chicos para hacer esto, a lo que Iris le responde que no pasa nada, y que ella ha tenido sexo frecuentemente desde los 10.
Iris liberó mi pene de los bóxers, y a pesar de que no sé si esperaba más o menos de los 14 cm de mi miembro, lo miró fijo. En eso miro a mi prima, me aparto un poco y le digo a Iris que no sé si Fernanda deba verme así, ya que somos primos, respondiendo ahora que varias de sus parejas sexuales han sido familiares de ella.
Aparentando estar más tranquilos cuando no era así, comenzamos a besarnos entre los tres, yo con cada una y las dos entre sí. Yo y mi prima con timidez, e Iris lanzada a comernos la boca y metiendo su húmeda lengua para que la saboreáramos. Iris acerca sus preciosos pechos a mi cara, y sin pensarlo los chupo muy fuerte, provocando su excitación y gemidos.
Concentrado a full en los senos de nuestra amiga, me tomó por sorpresa notar que Fernanda comenzó a frotar mi pene, y me dice con mucha timidez "¿Me los podrías chupar a mí?". Con mi falo a punto de explotar de calentura, acerqué mi boca a esos pequeños botoncitos y los lamí ambos una y otra vez, excitándome aún más al escuchar los ahogados quejidos de mi prima.
Iris me empuja y recuesta en la cama, toma mi pene y comienza a pasar juguetonamente su lengua por mi frenillo y a chupar suavemente mi glande. Encendida al escucharme gemir, mi prima dice que quiere intentar, y aunque nuestra amiga le muestra cómo, la inexperiencia de Fernanda hacía que se limitara a pasar su lengua y darme pequeños besos en el tronco.
El factor tabú de lo que hacíamos me dejo al borde de acabar, momento en que Iris toma mi miembro y empieza a chupar y succionar con mucha fuerza hasta el fondo. Pasando cerca de un minuto, saca mi pene de su boca y me masturba para yo acabar casi en el acto. Iris tomó parte del semen que reposaba en mi abdomen y lo saboreó, para después darle de probar un poco a Fernanda, que con un poco de asco y nerviosismo lo mantuvo en su boca.
Cuando pensé que ahí terminaría, Iris baja las bragas de Fernanda, y comienza a tocarla e intentar meter sus dedos en su vagina, según ella para "prepararla para lo que viene". Mi prima gritó un poco de dolor mientras nuestra amiga traspasaba su himen con dos de sus falanges, por fortuna no sangró mucho.
La masturbó por un rato hasta que mi pene volvió a pararse. Iris se da cuenta, sube encima mío y me dice que avise antes de correrme ya que no teníamos condones. Se sienta bajando su culo y siento un placer que jamás había experimentado. Con la humedad y calidez de su vagina subió y bajó sus caderas, instruyendo a su vez a mi prima para que me besara mientras cogíamos.
En el éxtasis máximo, saca mi falo, y recuesta a Fernanda para que la penetre en posición de misionero. Mirándonos fijo a los ojos comienzo a meterlo suavemente tal como Iris lo instruía, y me encuentro con una sensación distinta. Estaba menos húmeda pero extremadamente caliente y apretada, sintiendo que me estaba exprimiendo con sus paredes.
Sin aún saber muy bien como, comienzo a acelerar y la meto hasta el fondo mirándola fijo, por cerca de 5 minutos que se hicieron eternos por el placer y nervios de estar follando salvajemente, y a base de casi puro instinto, a mi querida prima.
A segundos de volver a acabar, saco mi miembro, e Iris le dice a Fernanda que le toca a ella hacerme venir, ante lo que frota su pequeña lengüita en mi glande mientras frota con sus manos, terminando en sus labios y mentón. Apenas acabé, Iris nos dice que nos vistamos pues habíamos escuchado a mi primo gritando con impaciencia tras casi 3/4 de hora buscándonos.
Con mi prima e Iris tuvimos sexo juntos otra vez antes de cumplir los 18, y con mi prima lo hice una vez más cuando yo tenía 15. Desde los 18 solo lo hice con Fernanda una cuarta y última vez, que fue hace un año. Me responden si quieren que lo detalle todo por aquí.